El informe elaborado analiza 22 indicadores, entre los que figuran el tiempo dedicado a tareas de trabajo reproductivo, la temporalidad en la contratación o la incidencia de violencia de género por edad.
El Instituto Navarro de la Juventud ha elaborado un informe que recoge 22 indicadores analizados desde una perspectiva de género con el objetivo de identificar las principales brechas de género presentes en la juventud de Navarra. El análisis de las posibles brechas de género dentro de la población joven es determinante a la hora de ejecutar efectivamente las políticas públicas dirigidas a la juventud.
Los indicadores se han confeccionado a partir de los datos del Panel de Indicadores y la Encuesta de la Población Joven 2022, junto con otras fuentes secundarias (INE, Informe Anual de Denuncias policiales por violencia contra las mujeres en Navarra del INAI y el Informe anual de seguimiento y evaluación del cumplimiento del III Acuerdo Interinstitucional para la Coordinación ante la Violencia contra las Mujeres en Navarra).
La juventud, junto con la niñez, supone una palanca de cambio hacia una sociedad igualitaria y libre de violencias machistas. A su vez, la población joven y adolescente son dos colectivos especialmente vulnerables ante la violencia contra las mujeres, siendo esta la manifestación más brutal y extrema de la desigualdad entre hombres y mujeres dentro de una sociedad.
La aplicación de la perspectiva de género conlleva que el análisis de la realidad considere los diferentes roles y funciones que socialmente se asignan a mujeres y hombres, el valor que se les adjudica a los mismos y las interrelaciones existentes entre ambas. Esto permite identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres. Del mismo modo, posibilita implementar acciones que incidan sobre los factores de discriminación por razón de género y propicia la creación de las condiciones de cambio que contribuyan a avanzar en la construcción de la equidad de género.
Indicadores sobre violencias de género
En 2021, el porcentaje de denuncias por violencia de género en las mujeres jóvenes menores de 17 años y las mujeres de 18 a 29 años, suman el 40,51% del total de las denuncias. De estas, el 10,86% eran de 17 años o menos y el 29,65% fueron de mujeres de entre 18 y 29 años. Por otro lado, el 27,52% de las agresiones, son cometidas por hombres de 29 años o menos.
La media de mujeres jóvenes y adolescentes atendidas en atención primaria y urgencias extrahospitalarias en 2021por violencia física o psicológica por parte de su pareja o expareja es de 11% en mujeres de 17 años o menos y 23,6% en mujeres de entre 18 y 29 años. En cuanto a las mujeres atendidas por violencia sexual en el servicio de ginecología del HUN en 2021, el 71% han sido jóvenes. El 46,4% de las mujeres jóvenes atendidas en urgencias hospitalarias por violencia sexual han sido jóvenes.
Atendiendo a los casos activos registrados en el Sistema VioGén (Sistema de Seguimiento Integral en los Casos de Violencia de Género) por edad, existen 415 casos activos de mujeres jóvenes navarras; los casos activos corresponden a aquellos que son objeto de seguimiento policial, independientemente de su grado de riesgo. Hay contabilizados 17 casos activos para mujeres menores de 18 años y 398 casos de mujeres de entre 18 y 30 años.
De la cantidad de mujeres atendidas en la Oficina de Asistencia a Víctimas de Delito por Violencia Machista, el 39,92% han resultado ser mujeres jóvenes (2019-2021). Se da un incremento en el número de casos de población joven a lo largo de los años estudiados.
Empleo y condiciones laborales
Las tasas de actividad de la población joven masculina y femenina son muy parecidas durante el periodo analizado (2011-2021), si bien en el año 2021 se da un fuerte incremento de la tasa de actividad de la población joven masculina navarra. La tasa de actividad en la población masculina (53,6%) se sitúa en más de 5 puntos por encima de la tasa femenina (48,3%).
En lo relativo a la tasa de desempleo, a partir del año 2018 la tasa de desempleo joven femenino es inferior a la masculina. Dentro de la tasa de desempleo juvenil de larga duración se observa una transformación a lo largo de los años, pero en la mayoría de años (4) la tasa femenina es menor que la masculina.
Diferenciando por sexo, las tasas de ocupación juvenil en la CFN no presentan grandes diferencias entre la población masculina y femenina. El año 2021 supuso un fuerte incremento de la tasa de ocupación de la población joven femenina (86,2%) con respecto al 78,6% de la masculina.
Por otra parte, la tasa de temporalidad en los tres años 2019-2021 es sensiblemente más alta entre los hombres que entre las mujeres jóvenes: en los tres últimos años, de media un 58,4% en mujeres se encuentra en esa situación frente a un 62,9% de hombres. Respecto de la tasa de parcialidad en la contratación, esta es mucho más elevada entre las mujeres que entre los hombres, con datos hasta 2021 (un 18,1% en hombres frente al 44,6% en mujeres), hecho que demuestra una desigualdad de género.
Durante todo el periodo de referencia analizado (2011-2021) el emprendimiento juvenil masculino resulta ser notablemente superior al femenino, siendo en 2021 casi el doble en los chicos que en las chicas (un 10 % en hombres y un 5,6% en mujeres).
A nivel salarial existen grandes diferencias entre hombres y mujeres jóvenes a favor de los primeros. Los hombres tienen una Ganancia Media Anual de 23.882.47€ frente a los 19.362.12€ de las mujeres, 4.520.35€ al año menos que los hombres.
Emancipación, trabajo reproductivo y ocio
La tasa de emancipación juvenil masculina es significativamente inferior a lo que se muestra para las mujeres de su misma edad. De hecho, en el año 2021, la tasa de emancipación de la población masculina es de 23,9% y en la femenina del 35,9%. Hecho que puede demostrar una mayor autonomía e independencia por parte de las mujeres.
Referente a la realización de trabajo reproductivo, las mujeres manifiestan dedicar 2 horas diarias a este tipo de actividades (trabajo en el hogar, cuidados…) frente a las 1,6 horas que dicen dedicar los hombres. Cabe destacar que, conforme aumenta la edad, aumentan las diferencias.
Reparando en el ocio y tiempo de descanso, se observa cómo las mujeres afirman que tienen menos horas libres diarias que los hombres tanto entre semana como los fines de semana.
Por otro lado, partiendo de unos reducidos porcentajes de participación, no se perciben grandes diferencias en la participación en las asociaciones juveniles según el género de las personas jóvenes, 0,49% hombres y 0,45% mujeres en el año 2021. Se están transformado las formas de participación social, abandonando fórmulas a través de asociaciones, y participando de otras formas en la sociedad al margen de los canales tradicionales.
Estudios y formación
La tasa de abandono escolar temprano es mucho mayor entre los chicos que entre las chicas. En los datos del 2019 y 2020, se aprecia un claro descenso de la tasa de abandono escolar tanto en la población femenina como masculina. En el caso de las mujeres se ha pasado de un 10,1 %a un 7,8% (2,3% de descenso), y los hombres han pasado de 17,8% a 13,8% (3,9%).
El porcentaje de jóvenes que cursan estudios universitarios presenciales resulta ser más elevado en mujeres que en hombres, y tiende a no fluctuar con el paso de los años. La diferencia porcentual ronda el 2% aproximadamente a favor de las mujeres frente a los hombres. En el curso 2020-2021 hombres un 10,4% y en mujeres un 12,3%.
Por otro lado, en el último curso 2021-22, las matriculaciones en grado y ciclo universitario continúa reproduciendo los estereotipos para aquellas carreras tradicionalmente masculinizadas y feminizadas. Analizando el porcentaje de población cursando carreras universitarias tradicionalmente masculinizadas o feminizadas, se aprecia un mayor equilibrio en las carreras de economía, periodismo, matemáticas y estadística, si bien las de medicina, enfermería, magisterio, psicología y trabajo social (más orientadas hacia el cuidado de las personas) son grados claramente feminizados. La ingeniería y la informática se muestran como sectores muy masculinizados.