La participación de la juventud navarra se transforma hacia formas asociativas menos formalizadas

15/09/2021

El Instituto Navarro de la Juventud (INJ) ha publicado el Diagnóstico de la Participación Juvenil en Navarra, un estudio concebido como una herramienta básica para el diseño futuro de las políticas juveniles de participación. La principal conclusión que arroja el diagnóstico es que, frente a la idea de un progresivo descenso en la participación de la juventud en la Comunidad Foral, existe un profundo proceso de transformación en la participación social y activa de las personas jóvenes hacia modelos de organización menos formalizados y de carácter más coyuntural.

El Gobierno de Navarra, en su sesión de este miércoles, ha conocido las principales conclusiones del trabajo para el que se ha trabajado con 252 entidades juveniles. En la rueda de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo, el consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior, Javier Remírez, ha dado alguna de las claves del diagnóstico.

Entre los objetivos del estudio, se pretende identificar cómo percibe la población joven la participación, qué motivaciones les conducen a desarrollar prácticas participativas, qué canales y herramientas se utilizan, y qué expectativas tienen. La investigación muestra que las asociaciones juveniles, tal y como han sido consideradas de forma tradicional, han dejado de ser el ámbito preferente de participación de las personas jóvenes y, por el contrario, se hace necesario asumir un concepto más amplio, el de entidad de interés juvenil, que englobe las nuevas formas y movimientos participativos de organización que asume la población joven. La tasa de participación de las personas jóvenes en estas entidades de interés juvenil (20,51%) casi triplica la de las asociaciones juveniles (7,49%).

Remírez ha destacado esta mañana en la rueda de prensa tras la sesión de gobierno que del estudio “se desprende la necesidad de asumir una nueva descripción más práctica de la participación juvenil real, en torno a la que las personas jóvenes se organizan para dar una respuesta colectiva a las necesidades, inquietudes y problemas de la juventud navarra”.

El diagnóstico refleja un descenso en el registro de nuevas asociaciones juveniles en Navarra: en el periodo del año 2000 al 2009 se registraron 209 asociaciones, frente a las 90 del de 2010 a 2019. Además, en los últimos 8 años, el porcentaje de personas jóvenes que participan en asociaciones juveniles ha descendido de 11.814 personas jóvenes de 2013, que representaban un 9,80% del total de personas de 14 a 30 años empadronadas en Navarra, a 8.571 personas jóvenes en 2020, el 7,49% del total de población joven.

El diagnóstico ha sido elaborado a partir de dos investigaciones sociales. La primera estuvo basada en entrevistas y encuestas realizadas a 56 personas técnicas que trabajan directamente con la juventud. La segunda investigación se basó en una encuesta realizada a 252 entidades de interés juvenil –contando las sugerencias de 46 asociaciones juveniles inscritas en el censo del INJ y de 206 colectivos juveniles organizados de toda Navarra–, de entre un universo de 474 entidades de participación juvenil organizas detectadas en la Comunidad Foral.

Nuevas formas de participación

El estudio identifica la figura del emprendedor o emprendedora social juvenil como origen y estructura de la mayoría de las entidades juveniles no formalizadas, que surgen de forma espontánea. Las tres características que definen al emprendimiento social juvenil son la edad –son jóvenes entre 14 y 25 años–, el protagonismo juvenil –lideran grupos de iguales– y la autogestión –desean mantener su independencia en la búsqueda del objetivo propuesto–. Se entiende el emprendimiento social juvenil como la organización de las personas jóvenes para llevar a cabo iniciativas de interés común en torno a una motivación social. Las personas jóvenes son protagonistas en estas acciones y pueden contar con el apoyo de agentes sociales que se implican de diferentes formas.

El vicepresidente Remírez ha señalado que el enfoque de las políticas públicas y la labor de los organismos que pretenden fomentar y facilitar la participación juvenil, responsabilidad tanto del Instituto Navarro de la Juventud como de las entidades locales de Navarra, debe centrarse en detectar jóvenes con iniciativa emprendedora en el ámbito social y de la participación, que canalicen las demandas e inquietudes de la población joven.

Asismo, Remírez ha añadido que las políticas de juventud deben involucrar a los y las jóvenes en el ámbito de la participación, formarlos y apoyarlos con total autonomía para que desarrollen sus potencialidades y puedan llevar a cabo su proyecto de asociacionismo o agrupamiento juvenil, otorgándoles todo el protagonismo.

La participación, más elevada a nivel local

El estudio también confirma que, en las poblaciones pequeñas, la tendencia a la participación es más elevada que en las poblaciones grandes. A menor tamaño del municipio, se da un mayor grado de participación juvenil; en los municipios de menos de 500 habitantes, la tasa de participación juvenil supera al 57% de las personas jóvenes residentes en dichos municipios.

En aquellos municipios cuya población empadronada no supera los 1.000 habitantes se concentran un 12,4% de las entidades juveniles y tan solo acogen al 7% de la población joven de Navarra. En los municipios de 1.000 a 3.000 habitantes, donde se encuentran empadronadas un 8% de las personas jóvenes de Navarra, se encuentran el 13,3% de las entidades de interés juvenil localizadas en el conjunto de la Comunidad.

La participación de la juventud navarra se transforma hacia formas asociativas menos formalizadas

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